Una amistad real detrás de Charlotte y Miranda
Sex and the City no solo marcó una era por sus personajes femeninos fuertes, sino también por las relaciones auténticas que se gestaron fuera de cámara. En un episodio del podcast And Just Like That… The Writers Room, Kristin Davis y Cynthia Nixon compartieron detalles íntimos sobre cómo la experiencia de interpretar a Charlotte York y Miranda Hobbes fue moldeada por sus diferencias personales, desafíos físicos y una sororidad que trascendió el guion.
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Cynthia Nixon reveló que su llegada al personaje de Miranda fue todo menos simple. Inicialmente leyó para otro papel y, tras ser descartada, pidió una segunda oportunidad, convencida de que había más de una voz femenina con algo que decir. Su audición final coincidió con una celebración familiar judía, lo que añadió tensión emocional a una experiencia que calificó como “una saga interminable”. Por su parte, Davis reconoció que aceptó el proyecto en gran parte por filmarse en Nueva York, lo que para ella representaba un reto y un lujo inusual para la época.
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Ambas actrices compartieron cómo sus personajes las desafiaron a nivel personal. Nixon confesó que, aunque compartía con Miranda una visión intelectual, sus estilos de vida eran opuestos: mientras el personaje evitaba lo doméstico, ella lo abrazaba como madre. Davis también vivió fricciones con el rol de Charlotte, sobre todo en decisiones estéticas impuestas por producción. No obstante, ambas resaltaron que la libertad creativa de HBO permitió nutrir a los personajes con profundidad y autenticidad.

El rodaje en Nueva York, si bien demandante, fortaleció vínculos. Davis recordó cómo la producción decidió trasladarlas en camionetas compartidas, una solución práctica que derivó en momentos de camaradería, como cuando Nixon le ayudaba a repasar guiones. Esa dinámica consolidó una amistad sincera que perdura hasta hoy. Además, destacaron que todas las historias debían tener una base real, lo que garantizó verosimilitud incluso en las tramas más audaces.
Pese a las críticas iniciales sobre la representación femenina, Nixon subrayó que Sex and the City siempre fue feminista, al mostrar mujeres libres, imperfectas y complejas. Hoy, gracias a plataformas como Netflix, nuevas generaciones redescubren ese legado. La vigencia de la serie radica en su autenticidad emocional, algo que tanto Charlotte como Miranda siguen transmitiendo, dentro y fuera de la pantalla.
