El Tribunal Supremo de Estados Unidos avaló este miércoles, con una votación de 6-3, la ley del estado de Tennessee que prohíbe el acceso de menores transgénero a bloqueadores de pubertad y terapias hormonales. La decisión marca un duro revés para los derechos de las personas trans en el país, abriendo la puerta a que otros estados refuercen o implementen normativas similares.

Aprobada en marzo de 2024, la ley fue presentada bajo la premisa de proteger a los menores y resguardar la ética médica. Sin embargo, exime ciertos casos médicos como la pubertad precoz o malformaciones congénitas, evidenciando un enfoque discriminatorio en su aplicación hacia los menores trans.

Defensores de derechos civiles han calificado el fallo como una validación institucional del sesgo transodiante, en un contexto donde más de 20 estados han seguido la misma línea restrictiva. La medida forma parte de una serie de decisiones impulsadas por la administración de Donald Trump tras su regreso al poder, incluyendo la exclusión de personas trans del Ejército.

Expertos legales advierten que este precedente podría catalizar una oleada legislativa aún más regresiva en otros estados, intensificando la vulnerabilidad del colectivo trans en todo el país.