Flising: el escándalo financiero que sacude al Edomex y salpica al peñismo
Por Redacción
La financiera Flising, con sede en Metepec, Estado de México, enfrenta una crisis judicial y reputacional sin precedentes. Esta semana, un juez del Juzgado Civil Sexto ordenó la liberación inmediata de vehículos de lujo que la empresa había arrendado, pero nunca entregado a sus clientes. La resolución fue notificada también a la firma Mercedes Benz, cuyos modelos eran parte central del esquema de arrendamiento.
Fraude sistemático y vínculos políticos
Flising, dirigida por Víctor Villagómez —yerno del exvocero presidencial David López—, está acusada de operar un esquema fraudulento en el que se firmaban contratos de arrendamiento de vehículos de alta gama, se exigían pagos en efectivo y, posteriormente, se cancelaban las facturas sin entregar los automóviles. La empresa habría retenido anticipos por millones de pesos sin respaldo fiscal ni bancario.
El caso ha escalado rápidamente debido a los vínculos de sus directivos con el expresidente Enrique Peña Nieto. Varios inversionistas, atraídos por la cercanía de López con el exmandatario, inyectaron capital en la firma. Hoy, muchos de ellos reclaman utilidades que nunca recibieron y temen perder sus inversiones ante un posible colapso financiero.

Una red de impunidad y opacidad
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) ha sido señalada por su inacción, pese a que Flising —registrada como una Sofome— operaba con prácticas irregulares desde al menos 2017. Entre las anomalías detectadas se encuentran reestructuras de crédito sin comprobantes fiscales, pagos en efectivo sin registro contable y el uso de una aplicación para inmovilizar vehículos arrendados, lo que podría constituir una violación a la privacidad de los usuarios.
Impacto político y judicial
El escándalo ha generado incomodidad en el entorno cercano de Peña Nieto, quien, según reportes, ha sostenido reuniones con abogados penalistas en República Dominicana para evaluar posibles implicaciones legales. La trama judicial se acelera, y el default estimado de 200 millones de pesos podría ser el golpe final para Flising.
El caso recuerda a otros colapsos financieros como Ficrea o Caja Libertad, y pone en evidencia los riesgos de mezclar redes políticas con negocios privados sin supervisión efectiva.