Sean “Diddy” Combs, influyente figura del hip-hop y magnate del entretenimiento, fue declarado no culpable de los cargos más severos en su contra: tráfico sexual y crimen organizado. El veredicto fue emitido por un jurado en Manhattan tras un proceso judicial que acaparó atención mundial debido a la gravedad de las acusaciones. Sin embargo, fue encontrado culpable de transporte con fines de prostitución, delito que aún podría llevarlo a pasar hasta diez años en prisión.

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Durante el juicio, los fiscales presentaron testimonios y pruebas que describían un presunto patrón de abuso, coerción y manipulación sexual por parte del fundador de Bad Boy Records. Las declaraciones incluyeron relatos de eventos llamados “freak-offs”, caracterizados como encuentros sexuales prolongados donde las mujeres eran presionadas o amenazadas. Uno de los testimonios más contundentes fue el de la cantante Cassie Ventura, expareja del artista, quien narró episodios de violencia y control emocional.

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Aunque Diddy fue exonerado de los cargos más graves, el jurado sí lo halló responsable de violar la Ley Mann, al trasladar personas dentro del país para actividades sexuales remuneradas. Su defensa insistió en que todas las relaciones eran consensuadas y negó un esquema criminal. A sus 55 años, este fallo podría marcar el declive irreversible de su carrera como empresario musical, diseñador y figura pública de renombre.