El 3 de julio de 1955 marcó un hito en la historia de México, cuando por primera vez las mujeres ejercieron su derecho al voto en elecciones federales. Este momento trascendental fue el resultado de décadas de lucha y activismo por parte de mujeres valientes que buscaban la igualdad de género y la participación política plena.

Aunque el derecho al voto femenino fue reconocido en la Constitución en 1953, no fue hasta las elecciones para diputados federales de la XLIII Legislatura del Congreso de la Unión que las mujeres pudieron ejercer este derecho de manera efectiva.

Este día no solo representó un avance en la democracia mexicana, sino también un paso gigante hacia la igualdad y la justicia social. Desde entonces, la participación de las mujeres en la vida política del país ha seguido creciendo, aunque aún queda camino por recorrer para alcanzar una representación plena y equitativa.