Con el Real Madrid a un paso de la final del Mundial de Clubes, Xabi Alonso se enfrenta a una encrucijada táctica de alto voltaje: decidir su once titular ante el Paris Saint-Germain, en un choque que podría marcar un antes y un después en su etapa como técnico merengue. El duelo no solo enfrenta a dos de los clubes más poderosos del mundo, también pone bajo los reflectores las decisiones estratégicas de Alonso, quien deberá resolver cuatro dilemas clave con nombres de peso: Gonzalo García, Vinícius Jr. y Kylian Mbappé.

La irrupción estelar del joven Gonzalo García, máximo goleador del torneo con cuatro tantos en cinco partidos, ha sido una grata sorpresa. Su gran rendimiento lo ha colocado por encima de Endrick en las preferencias para la próxima temporada, e incluso amenaza con desbancar a figuras consolidadas. Sacarlo del once titular ante el PSG, después de ser clave en los partidos disputados en EE.UU., sería un movimiento difícil de justificar, aunque el regreso de Mbappé lo complica todo.

Mbappé, quien ya dejó atrás la gastroenteritis que lo alejó de la fase de grupos, volvió con gol ante el Dortmund y llega encendido para enfrentar a su exequipo. Su condición de estrella y su buena forma lo convierten en un aspirante natural al once inicial. Sin embargo, su inclusión implicaría alterar un sistema que ha funcionado y relegar a Gonzalo o Vinícius, un riesgo que podría desestabilizar al equipo.

La opción de prescindir de Vinícius Jr. parece remota, pese a su rendimiento discreto en el torneo. Aunque no ha brillado, su velocidad y desequilibrio siguen siendo fundamentales para el ataque blanco. Dentro del club hay confianza total en el brasileño, quien, según fuentes internas, se ha venido reservando para este choque. Todo apunta a que será titular, respaldado por la directiva y el cuerpo técnico.

Una posibilidad que Xabi contempla es alinear a los tres —Gonzalo, Mbappé y Vinícius— en un 4-3-3, abandonando su habitual 5-3-2. Para ello, Tchouameni podría pasar a la defensa, reemplazando al sancionado Huijsen, o volver al mediocampo sacrificando a Arda Güler. Pero cambiar un modelo que ha hecho del Madrid un equipo sólido sería un riesgo elevado frente a un rival como el PSG.

Con la presión de un título internacional y la mirada del mundo sobre él, Xabi Alonso deberá elegir entre la jerarquía, la meritocracia y la continuidad táctica. La decisión marcará el destino del Real Madrid en el torneo y, posiblemente, su propia narrativa como técnico en la élite.