Ozzy Osbourne, el inconfundible líder de Black Sabbath y una de las figuras más influyentes del heavy metal, falleció a los 76 años, dejando un vacío irreparable en la historia de la música. Su familia confirmó la noticia a través de un emotivo comunicado, donde detallaron que el artista murió el martes “rodeado de amor”, apenas dos semanas después de su última presentación en vivo junto a la legendaria banda que lo catapultó a la fama.

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Con una carrera que abarcó más de cinco décadas, Osbourne se consolidó como un ícono cultural, tanto por su inconfundible voz como por su estilo irreverente y su vida marcada por excesos y redención. “Con una tristeza indescriptible, informamos del fallecimiento de nuestro querido Ozzy”, expresó la familia, solicitando respeto a su privacidad en este doloroso momento.

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Aunque no se ha revelado oficialmente la causa de su muerte, desde 2020 el artista había hecho público su diagnóstico de Parkinson, enfermedad que lo mantuvo en tratamiento durante los últimos años. Su legado vivirá en millones de fans, álbumes inmortales y una influencia que marcó a generaciones enteras del rock y el metal.