“División Palermo” regresa con más sátira e inclusión real
División Palermo vuelve a Netflix con una segunda temporada que profundiza en su propuesta de humor ácido, crítica social y representación auténtica de minorías, en un contexto donde la inclusión ya no es prioridad en los discursos oficiales. Tras ganar un Emmy Internacional, la serie regresa más afilada que nunca, mostrando que se puede hacer humor inteligente sin caer en la burla ni en la corrección excesiva.
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Santiago Korovsky, su creador y protagonista, explicó que la nueva entrega lleva el humor y la trama a otro nivel: más acción, más personajes y un enfoque más político. La historia retoma el tema de una patrulla de seguridad diversa, creada como estrategia electoral, y expone cómo la inclusión se ha vuelto solo una fachada. En palabras del propio Korovsky, lo que antes parecía un esfuerzo por integrar, hoy es solo un discurso vacío.
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Lo que distingue a División Palermo es su enfoque respetuoso y crítico: no se burla de las minorías, sino del uso oportunista que el poder hace de ellas. La serie se construyó a partir de testimonios reales de personas con discapacidad o de comunidades históricamente marginadas. Casos como el de un actor con parálisis cerebral o una persona de talla baja que vivió situaciones absurdas en la vida real, forman parte del guion, provocando incomodidad, reflexión y risa a partes iguales.
Además de hablar de diversidad, la serie la representa: actores como Iván Davidovich o Lucas Poggi interpretan desde su propia experiencia. La producción apostó por talentos fuera del radar tradicional, sumando credibilidad y autenticidad. Para Korovsky, este proyecto también fue un aprendizaje personal sobre trabajo en equipo y construcción de comunidad, dentro y fuera de la pantalla. División Palermo vuelve no solo a entretener, sino a incomodar y poner en evidencia un sistema que aún tiene mucho que cambiar.