Los perros tienen formas sutiles pero poderosas de demostrar amor a sus humanos. Aunque no hablen, su lenguaje corporal y sus acciones diarias están cargadas de significado emocional. Comprender cómo expresan ese cariño no solo mejora la relación, también ayuda a identificar su estado emocional y bienestar general.

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Diversos estudios científicos, especialmente en el campo de la etología, han confirmado que los perros desarrollan vínculos profundos con las personas. Uno de los gestos más reveladores es el contacto visual relajado. Según investigadores de la Universidad de Azabu en Japón, cuando un perro mira fijamente a su dueño con calma, se genera un aumento de oxitocina, conocida como la hormona del amor, tanto en el perro como en el humano. Esa simple mirada es su forma silenciosa de decir: “Eres todo para mí”.

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Pero no solo la mirada comunica afecto. Otros comportamientos como seguir a su dueño por toda la casa, dormir cerca de él, llevarle su juguete favorito o incluso bostezar al mismo tiempo son señales claras de apego y confianza. Estas acciones, instintivas y cargadas de significado, son pruebas constantes de que, para tu perro, tú eres su mundo.