Search for:
  • Home/
  • Opinion/
  • El mundo feliz de Claudia Sheinbaum: “En México no existe la censura”

El mundo feliz de Claudia Sheinbaum: “En México no existe la censura”

Por César Olvera


Este 1 de septiembre, Claudia Sheinbaum rindió su primer informe de gobierno desde Palacio Nacional. Entre cifras de reducción de pobreza, promesas de justicia social y aplausos prolongados, la presidenta lanzó una afirmación que dejó a más de uno con la ceja arqueada: “En México no existe la censura”.

La frase, pronunciada con firmeza y sin matices, contrasta con una serie de episodios recientes que han encendido las alarmas sobre el estado de la libertad de expresión en el país.


Casos que contradicen el discurso


• Layda Sansores, gobernadora de Campeche, logró cerrar un medio local y procesar a su fundador por “calumnias”. El caso fue celebrado por sus seguidores como una victoria contra “la prensa vendida”, mientras organismos internacionales lo calificaron como un atentado a la libertad de prensa.

• Alejandro Armenta, senador y exgobernador de Puebla, impulsó una ley que castiga con cárcel a quien “ofenda” al gobernador en redes sociales. La redacción ambigua del delito permite perseguir desde memes hasta columnas de opinión.

• El Tribunal Electoral de Tamaulipas ordenó retirar una columna de Héctor de Mauleón que incomodaba a una funcionaria. El argumento: “protección de datos personales”. El resultado: censura disfrazada de legalidad.


Periodismo incómodo, Estado incómodo

Mientras Sheinbaum presume que “no se reprime ni se censura a nadie”, periodistas enfrentan procesos judiciales, bloqueos digitales y reformas penales que convierten la crítica en delito. El periodismo incómodo se convierte en enemigo del Estado, y el dato protegido ya no es el de las víctimas, sino el de los funcionarios.

En este nuevo orden, el Poder Judicial fue reformado para que sus integrantes sean electos por voto popular. La presidenta lo llama “democratización de la justicia”. Los críticos lo llaman “captura institucional”.

Así que no, en México no hay censura. Solo hay “protección de datos”, “reformas judiciales”, “leyes contra la calumnia” y “ofensas digitales”.

Todo muy democrático, muy participativo, muy libre… siempre y cuando no se te ocurra decir algo que incomode al poder.

Porque en el mundo feliz de Claudia Sheinbaum, la libertad de expresión no se mide por lo que se dice, sino por quién lo dice y contra quién.