La NFL abre la temporada 2025 con la esperanza renovada para sus 32 franquicias, todas soñando con levantar el Trofeo Lombardi en Santa Clara el próximo 8 de febrero. La Semana 1 siempre es terreno parejo: cada equipo parte de cero, y la ilusión se multiplica en las tribunas, aun cuando algunos planteles tienen aspiraciones más sólidas que otros.

En la Conferencia Americana, los Baltimore Ravens dependen de que Lamar Jackson extienda su calidad de temporada regular a los playoffs. Los Cincinnati Bengals necesitan que su defensiva deje de ser un lastre para aprovechar el talento de Joe Burrow y Ja’Marr Chase. En tanto, los Cleveland Browns confían en un milagro bajo el mando de Joe Flacco o en la irrupción de Shadeur Sanders, mientras que los Pittsburgh Steelers apuestan por una despedida gloriosa de Aaron Rodgers.

El sur de la AFC presenta a los Houston Texans como un posible “caballo negro”, gracias al poder ofensivo de C.J. Stroud, Nico Collins y Nick Chubb. Los Indianapolis Colts intentarán rescatar a Daniel Jones, y los Jacksonville Jaguars esperan que el regreso de Trevor Lawrence junto al novato Travis Hunter reactive sus aspiraciones. En los Tennessee Titans, toda la ilusión recae sobre el talento del joven Cam Ward.

El este de la AFC vuelve a tener a los Buffalo Bills como contendientes serios si Josh Allen logra vencer a los Kansas City Chiefs en enero. En Miami, la salud de Tua Tagovailoa definirá el destino de los Dolphins. Los New England Patriots intentarán resurgir con Drake Maye bajo la dirección de Mike Vrabel, mientras que los New York Jets confían en que Aaron Glenn logre maximizar la defensiva y revitalizar a Justin Fields.

En el oeste de la AFC, los Denver Broncos presumen una de las mejores defensivas de la liga, los Kansas City Chiefs se encomiendan a que Patrick Mahomes vuelva a su mejor nivel, y los Los Angeles Chargers necesitan que Justin Herbert sostenga la ofensiva tras la baja de Rashawn Slater. Los Las Vegas Raiders, con el regreso de Pete Carroll y Geno Smith, sueñan con romper una sequía de más de cuatro décadas.

En la Conferencia Nacional, los Detroit Lions lucen como favoritos si mantienen sano a Aidan Hutchinson, mientras que los Green Bay Packers dieron un golpe inesperado al fichar a Micah Parsons. Los Chicago Bears buscan un renacer con el coach Ben Johnson y el novato Caleb Williams, y los Minnesota Vikings apuestan por la consolidación de J.J. McCarthy.

El sur de la NFC plantea la revancha de Bryce Young con los Carolina Panthers, el potencial de Michael Penix Jr. en los Atlanta Falcons, y la posibilidad de que Baker Mayfield lidere a los Tampa Bay Buccaneers hacia un nuevo título. Los New Orleans Saints, por su parte, parecen iniciar una reconstrucción con Spencer Rattler como apuesta de riesgo.

En el este, los Philadelphia Eagles defenderán su corona con una ofensiva explosiva, mientras que los Dallas Cowboys se encomiendan a Dak Prescott y su arsenal ofensivo tras perder a Micah Parsons. Los New York Giants confían en el talento del novato Jaxson Dart, y los Washington Commanders esperan la consolidación de Jayden Daniels.

Finalmente, en el oeste de la NFC, los San Francisco 49ers sueñan con un regreso dominante si las lesiones los respetan, los Seattle Seahawks prueban suerte con Sam Darnold, los Los Angeles Rams afrontan el posible último baile de Matthew Stafford, y los Arizona Cardinals apuestan a su tridente ofensivo con Kyler Murray, Trey McBride y Marvin Harrison Jr.

La temporada apenas comienza, pero cada franquicia ya traza su propio camino al Super Bowl LX, donde solo uno confirmará que el sueño de septiembre puede convertirse en gloria en febrero.