Motociclistas ignoran zona peatonal en el Centro Histórico: Peatones en riesgo por falta de regulación
Nota y fotos por: Silver Juárez Arce
El constante flujo de motociclistas que circulan a toda velocidad por las calles peatonales del Centro Histórico de Chihuahua ha convertido zonas como Plaza de Armas, Paseo Libertad, Paseo Victoria y Plaza Merino en un peligro latente para familias, adultos mayores y turistas. Aunque desde 2018 estas vialidades —delimitadas por las calles Aldama, Victoria, Juárez y Libertad— fueron declaradas exclusivas para peatones, repartidores de aplicaciones como Rappi, Uber Eats y Didi Food siguen transitando con sus motos encendidas, esquivando a los transeúntes sin reducir la velocidad.
Mientras algunos, como el hombre fotografiado bajando de su unidad frente a Plaza de Armas, respetan el reglamento y desmontan para circular a pie, la mayoría acelera entre la multitud, generando cerca de una decena de incidentes diarios, según testimonios de comerciantes. “Ayer casi atropellan a una señora con su niño; el repartidor ni siquiera frenó, solo tocó el claxon como si nosotros fuéramos el obstáculo”, relató una vendedora. Los locatarios coinciden en que el problema se agrava en horarios pico —entre las 12:00 y 15:00 horas, y de 18:00 a 21:00 horas—, cuando el flujo de entregas a domicilio aumenta y la afluencia de peatones alcanza su máximo.
La falta de vigilancia y señalización clara es el principal factor que permite esta situación. A pesar de que el Reglamento de Tránsito del Municipio de Chihuahua prohíbe el acceso de vehículos motorizados a zonas peatonales, no hay operativos de la Dirección de Movilidad Urbana que supervisen el cumplimiento, ni letreros visibles que refuercen la restricción. “Los repartidores saben que no hay multas, por eso se pasan de lanza”, denunció un empleado de una papelería en Paseo Victoria.
Las plataformas de reparto, por su parte, no han implementado medidas para garantizar que sus colaboradores respeten las normas viales. Mientras tanto, los peatones siguen expuestos a un riesgo evitable, en un Centro Histórico que, irónicamente, fue rediseñado para priorizar su seguridad y comodidad.
