La Premier League y el futbol inglés atraviesan una incertidumbre económica que amenaza la estabilidad de los clubes, a pesar de los multimillonarios fichajes recientes. Según el informe 2025 de Fair Game, más de la mitad de los equipos en las cuatro divisiones principales son técnicamente insolventes, mientras que solo uno de cada cinco mantiene un balance equilibrado entre ingresos y gastos. Apenas once de los 94 clubes cuentan con fondos suficientes para cubrir los salarios de sus jugadores durante tres meses.

El informe destaca la paradoja del futbol inglés: millonarios traspasos, como los de Alexander Isak y Florian Wirtz, contrastan con la fragilidad financiera interna de los equipos. Casos emblemáticos como el Bury, refundado tras su desaparición en 2020, y el Sheffield Wednesday, que enfrenta dificultades para pagar a sus futbolistas, han motivado la creación de un regulador independiente (IFR) por parte del Gobierno británico.

Según Fair Game, solo el Brighton & Hove Albion cumple con los criterios mínimos de regulación, y extendiendo el análisis al resto de divisiones profesionales, apenas el Cambridge United, Carlisle United y Wimbledon cumplen los requisitos. Entre la sexta división y los clubes semiprofesionales, solo Bath City se ajusta a todos los estándares. El informe subraya que 43 de 92 clubes tienen menos de un mes de salarios disponibles, evidenciando la urgencia de medidas regulatorias.

El IFR, que entrará en funcionamiento a finales de año, tendrá facultades para evaluar a propietarios y directores, garantizar la participación de los aficionados, proteger los activos de los clubes y prohibir la adhesión a competiciones cerradas como la Superliga Europea. El Gobierno británico considera que la nueva ley es un paso clave para asegurar la estabilidad financiera y ética del futbol inglés tras años de prácticas imprudentes y polémicas.