El aplauso que no fue: Hugo Aguilar y el desaire que encendió la pluralidad republicana
Ciudad de México, 16 de septiembre de 2025 — Lo que parecía una ceremonia solemne por el 178 aniversario de la Gesta Heroica de Chapultepec se convirtió en una escena viral de tensión institucional. El ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Hugo Aguilar Ortiz, fue señalado por no aplaudir durante la presentación de Kenia López Rabadán, presidenta de la Cámara de Diputados, en un acto encabezado por la presidenta Claudia Sheinbaum.
El gesto —o la omisión— fue interpretado por medios y redes sociales como un desaire político, especialmente porque Aguilar sí aplaudió a otros funcionarios presentes. La imagen del ministro permaneciendo inmóvil mientras los demás ovacionaban a López Rabadán se convirtió en símbolo de una posible fractura entre el Poder Judicial y el Legislativo.
La aclaración del ministro
Ante la polémica, Aguilar reaccionó con rapidez. Primero, publicó un mensaje en redes sociales expresando su respeto a la diputada panista y reafirmando su compromiso con el diálogo entre poderes. Luego, en entrevista durante el Desfile Cívico Militar del 16 de septiembre, minimizó el episodio:
“No hay ninguna mala fe, fue una ligera distracción ahí, pero todo en orden, todo bien. Estoy en constante comunicación con otros poderes, van a venir reformas importantes a la ley de amparo y otros cuerpos normativos, estamos en diálogo con ellos.”
En el evento del martes, Aguilar corrigió el gesto: esta vez sí aplaudió a López Rabadán al ser presentada, en lo que fue interpretado como un intento de cerrar el capítulo.
La postura de Kenia López
La legisladora panista respondió con institucionalidad. En entrevista con Azucena Uresti, afirmó que no se percató del gesto en el momento, pero que México “no necesita aplausos, necesita justicia”. Reiteró que representa a los 500 diputados y que su prioridad es fortalecer los contrapesos y la división de poderes.
“Soy una militante panista aguerrida, hoy me toca dirigir la Cámara de Diputados y lo estoy haciendo con institucionalidad.”
Contexto político
El episodio ocurre en medio de una serie de reformas que el Ejecutivo planea enviar al Congreso, incluyendo cambios a la Ley de Amparo y al funcionamiento del Poder Judicial. La relación entre poderes ha sido tensa desde el sexenio anterior, y gestos como este —por mínimos que parezcan— se leen como señales de alineamiento o resistencia.
Y así, en la República de los gestos, un aplauso ausente vale más que mil discursos. Porque en México, hasta el silencio tiene protocolo.