Search for:
  • Home/
  • Nacional/
  • “Las mujeres no somos de nadie”: Sheinbaum reivindica a Josefa Ortiz en su primer Grito de Independencia

“Las mujeres no somos de nadie”: Sheinbaum reivindica a Josefa Ortiz en su primer Grito de Independencia

Ciudad de México, 17 de septiembre de 2025. En su primer Grito de Independencia como presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo rompió con una tradición centenaria al nombrar a la insurgente Josefa Ortiz Téllez-Girón, omitiendo el apellido de casada “de Domínguez”. El gesto, aparentemente menor, desató un debate nacional sobre identidad, memoria histórica y el papel de las mujeres en la narrativa oficial.

Durante “La Mañanera del Pueblo” del 17 de septiembre, Sheinbaum explicó que su decisión responde a una convicción feminista y a una necesidad de reivindicación histórica:

“¿Por qué no ‘de Domínguez’? Porque las mujeres no somos de nadie. Había esta idea de que pasabas de ser ‘hija de’ a ‘esposa de’. Yo amo a mi marido, lo quiero mucho, pero no soy de él. Yo soy yo, él es él”.

Más allá del “taconazo”: Josefa Ortiz como mujer insurgente
Sheinbaum recordó que desde niña le incomodaba ver a su madre firmar como “de Sheinbaum”, y que esa experiencia personal la llevó a cuestionar las formas en que las mujeres han sido nombradas y representadas.


“La recordamos por un episodio, pero ella siguió luchando toda su vida por la independencia, más allá de la figura de su esposo Miguel Domínguez”.


La presidenta también mencionó a otras heroínas históricas durante el Grito: Leona Vicario, Gertrudis Bocanegra, Manuela Molina Medina, así como a las “heroínas anónimas” y “mujeres indígenas” que participaron en la lucha independentista. Contexto histórico: ¿Quién fue Josefa Ortiz Téllez-Girón?
Nacida en 1768, María Josefa Crescencia Ortiz Téllez-Girón fue una figura clave en la conspiración de Querétaro. Su célebre “taconazo” alertó a los insurgentes sobre la inminente represión virreinal. Sin embargo, su papel ha sido históricamente reducido a “la esposa del corregidor”, eclipsando su agencia política y su compromiso con la causa independentista.


Nombrar es reconocer

El cambio en la arenga presidencial no es solo semántico: es simbólico. Al nombrar a Josefa Ortiz por su apellido de nacimiento, Sheinbaum desafía una tradición que ha subordinado la identidad femenina al vínculo conyugal. En un país donde aún se debate el derecho a decidir, a nombrarse y a existir sin tutela, este gesto se convierte en una declaración política.

Porque nombrar es reconocer. Y reconocer es reparar.