“López Obrador es un hombre íntegro”: Sheinbaum lo defiende pese a escándalos y cifras históricas de corrupción
Ciudad de México, 17 de septiembre de 2025. En medio de señalamientos por el llamado “huachicol fiscal” y una caída histórica en el Índice de Percepción de la Corrupción, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo defendió públicamente a su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, calificándolo como “un hombre íntegro” y asegurando que su gobierno marcó un cambio de régimen hacia la honestidad.
La declaración fue emitida durante una conferencia matutina en Palacio Nacional, en respuesta a los señalamientos del expresidente Ernesto Zedillo, quien acusó a AMLO y Sheinbaum de haber “destruido por completo la democracia mexicana”.
México, en su peor lugar en percepción de corrupción
En febrero de 2025, México obtuvo su calificación más baja en la historia del Índice de Percepción de la Corrupción (IPC), con 26 puntos sobre 100, ubicándose en el puesto 140 de 180 países evaluados por Transparencia Internacional. Esta caída se dio pese a que el combate a la corrupción fue el eje discursivo del sexenio de López Obrador.
Los casos emblemáticos como Segalmex, la Estafa Maestra, y más recientemente el huachicol fiscal, han puesto en entredicho la narrativa oficial. Este último involucra a funcionarios de la Secretaría de Marina y empresarios ligados al contrabando de combustibles, con pérdidas fiscales estimadas en más de 170 mil millones de pesos.
Huachicol fiscal: el escándalo que salpica al legado de AMLO
La red de corrupción revelada en agosto de 2025 incluye la detención de 14 personas, entre ellas 6 marinos, 3 empresarios y 5 funcionarios aduanales, vinculados al tráfico ilegal de diésel en puertos como Tampico y Veracruz. Aunque AMLO no ha sido formalmente investigado, voces de la oposición exigen su comparecencia, señalando que “todos los caminos de la corrupción llevan a él”.
¿Integridad o impunidad?
La defensa de Sheinbaum contrasta con los datos duros. Mientras ella sostiene que “se acabaron los privilegios y la corrupción”, los indicadores internacionales y las investigaciones judiciales apuntan a una realidad más turbia. ¿Puede hablarse de integridad cuando el sexenio acumula los peores escándalos en décadas? ¿Es el blindaje político una forma de lealtad o una estrategia para evitar rendición de cuentas?
En México, la integridad no se mide por discursos, sino por transparencia, justicia y resultados. Y hoy, los resultados están bajo sospecha.
