Dueños estadounidenses transforman el fútbol inglés
El panorama del fútbol inglés vive una transformación histórica marcada por la creciente presencia de propietarios estadounidenses. En menos de dos décadas, clubes como Manchester United, Liverpool, Arsenal y Chelsea han pasado a manos de inversores de Estados Unidos, mientras que en la EFL Championship y la League Two también se observa una fuerte influencia estadounidense, con figuras de Hollywood y ex atletas sumándose a la inversión deportiva. Este fenómeno ha generado interrogantes sobre si la Premier League podría adoptar modelos de topes salariales, drafts o partidos en el extranjero al estilo de la NFL o la NBA.
Además de la familia Glazer en el Manchester United y FSG en Liverpool, otras inversiones incluyen Todd Boehly en Chelsea, Wes Edens en Aston Villa y celebridades como Rob McElhenney y Ryan Reynolds en Wrexham, así como Snoop Dogg en Swansea y Tom Brady en Birmingham City. La razón de este interés es clara: el fútbol ofrece un producto de entretenimiento con audiencia cautiva, oportunidades de inversión inmobiliaria y potencial de valorización económica notable, como muestra el Manchester United, cuyo valor se multiplicó por cuatro desde 2005.
La influencia estadounidense se refleja también en la modernización de estadios, análisis de datos para fichajes y contratos largos para jugadores, siguiendo modelos de deporte estadounidense. Sin embargo, no todos los aficionados reciben de igual forma estas inversiones: mientras seguidores de Liverpool y Wrexham celebran la gestión de FSG y McElhenney/Reynolds, los del Manchester United critican a los Glazer por la deuda acumulada y la percepción de americanización del fútbol. Aun así, la Premier League mantiene su esencia, y expertos aseguran que las tradiciones y la pasión de la afición limitan cualquier intento de cambiar la estructura del ascenso y descenso o de trasladar partidos al extranjero.
El crecimiento de la propiedad estadounidense sigue en aumento, y la Premier League se posiciona como un atractivo global, combinando la tradición inglesa con oportunidades financieras y de entretenimiento que cruzan el Atlántico. La interacción entre inversión extranjera, éxito deportivo y fidelidad de los aficionados será determinante en el futuro del fútbol inglés, un fenómeno que ya está redefiniendo la liga más famosa del mundo.