El piloto de Fórmula 1, Lewis Hamilton, anunció con profundo dolor la muerte de su querido bulldog inglés Roscoe, con quien compartió más de 12 años de vida. Después de cuatro días en coma y con graves dificultades para respirar, el británico tomó la difícil decisión de dormirlo la noche del domingo 28 de septiembre, a las 21:20 GMT, para evitarle más sufrimiento. El propio Hamilton compartió en redes sociales que acompañó a su fiel amigo hasta el último momento.

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En su emotiva publicación, el piloto de Ferrari reveló que Roscoe había sido hospitalizado tras una recaída por neumonía, la cual derivó en un infarto que lo llevó a ser inducido a coma. A pesar del soporte vital, el can continuaba con problemas respiratorios, lo que obligó a Hamilton a enfrentar una de las decisiones más dolorosas para cualquier dueño de mascota. El siete veces campeón mundial agradeció el apoyo de su madre y de amigos cercanos durante este momento tan difícil, así como el cariño de los fanáticos que siguieron de cerca la salud del bulldog.

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El mundo de la F1 también expresó sus condolencias. Escuderías como Mercedes, Ferrari y Red Bull Racing, así como pilotos como Charles Leclerc, Pierre Gasly, Esteban Ocon y George Russell enviaron mensajes de apoyo. Roscoe, conocido por acompañar a Hamilton en los paddocks y robar miradas en cada Gran Premio, fue recordado por la cuenta oficial de la Fórmula 1 como “el amigo que trajo sonrisas y calidez al corazón de los fanáticos en todo el mundo”. Su partida deja un vacío no solo en la vida del piloto británico, sino también entre los seguidores del automovilismo.