El regreso de José Mourinho al Chelsea, esta vez al frente del Benfica en la segunda jornada de la Champions League, marca un momento significativo en la carrera del entrenador portugués. A sus 62 años, Mourinho sigue acaparando la atención del mundo del fútbol, recordando a los aficionados su estatus de leyenda, especialmente en Stamford Bridge, donde vivió sus años más gloriosos.

Durante sus dos etapas en el Chelsea (2004-2007 y 2013-2015), Mourinho conquistó ocho trofeos, incluidos tres títulos de la Premier League, consolidándose como una de las figuras más influyentes del fútbol inglés. Su estilo competitivo y su capacidad para transformar equipos lo hicieron famoso, desde su época en el FC Porto, donde ganó la Liga de Campeones y la Copa de la UEFA, hasta sus desafíos en Real Madrid y otros clubes europeos.

El impacto de Mourinho trasciende los títulos. En el Chelsea, su enfoque revolucionó la Premier League, imponiéndose sobre el Arsenal invicto de Arsène Wenger y obligando al Manchester United a replantear su estrategia para competir. Jugadores como John Terry y Frank Lampard destacan su profesionalismo y la planificación detallada de cada entrenamiento, un legado que sigue influyendo en la preparación de los futbolistas modernos.

Aunque algunos de sus vínculos con estrellas de la segunda mitad de su carrera fueron tensos, el regreso al Chelsea sirve como un recordatorio de su grandeza y de por qué fue considerado “The Special One”. Para la afición, este enfrentamiento no solo es un partido de Champions, sino también un homenaje a uno de los entrenadores más carismáticos y exitosos de la historia reciente del fútbol.