Reportero de Policíacas

La Policía Rural del estado vuelve a enfrentar cuestionamientos luego de que salieran a la luz acusaciones contra mandos señalados no solo por mantener a sus elementos en condiciones precarias, sino también por presuntos actos de corrupción relacionados con el manejo de bienes asegurados.

La polémica se desató tras un operativo en Moris, donde fue incautada una camioneta Ford 350 con blindaje improvisado. Durante la intervención se contabilizaron cinco cajas con municiones calibre .50; sin embargo, al momento de la consignación únicamente se presentaron dos, lo que levantó sospechas sobre el paradero de las tres restantes.

De acuerdo con elementos de la corporación, este tipo de situaciones no son aisladas. Denuncian que en cada acción de seguridad suelen registrarse irregularidades, desde desaparición de armamento hasta abusos hacia los detenidos. Los inconformes aseguran que los mandos tratan los operativos como si fueran una oportunidad de beneficio personal.

“Ya es momento de que el Secretario de Seguridad Pública Estatal revise lo que ocurre en la Policía Rural. La tropa está cansada de ver cómo se pierden armas, municiones y respeto en cada operativo”, expresaron algunos agentes en tono de denuncia.

Lo que debería representar confianza y legalidad se ha convertido en un foco de preocupación: mientras la ciudadanía exige seguridad, la sombra de la corrupción alcanza a quienes deberían garantizarla.