El anuncio del divorcio entre Nicole Kidman y Keith Urban, tras 19 años de matrimonio, ha sorprendido no solo por el fin de una de las parejas más sólidas de Hollywood, sino por los detalles de su contrato prenupcial. Entre las condiciones, resalta una polémica cláusula conocida como la “cláusula de la cocaína”, la cual establecía que el cantante recibiría 600 mil dólares por cada año que permaneciera sobrio durante su matrimonio con la actriz.

También te puede interesar: TikTok impulsa la creatividad en México con programa de recompensas

De acuerdo con los cálculos, Urban pudo haber recibido una suma cercana a los 11 millones de dólares, considerando que inició un proceso de rehabilitación en 2006, poco antes de casarse con Kidman. Esta condición, aunque inusual, buscaba garantizar la estabilidad del matrimonio y el compromiso de Keith con su sobriedad, un tema que él mismo ha reconocido como uno de los mayores retos de su vida personal y profesional.

También te puede interesar: El detalle que une las bodas de Selena Gomez y Justin Bieber

El divorcio llega en un momento en que ambos continúan con carreras exitosas y una familia consolidada con sus dos hijas. Sin embargo, la revelación de esta cláusula ha generado gran debate en la industria y entre sus seguidores, pues expone cómo las batallas personales del cantante influyeron directamente en un acuerdo legal que ahora cobra relevancia con su separación.