El rascado felino: una conducta esencial para la salud del gato
El rascado felino es un comportamiento natural e imprescindible que aparece desde las primeras semanas de vida y se mantiene durante toda la existencia del gato. Rascar no solo les permite marcar su territorio mediante feromonas, sino también mantener sus uñas en óptimas condiciones. Esta acción tiene un papel importante en su comunicación olfativa y visual, además de contribuir a su bienestar físico y emocional.
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Además de ser una forma de expresión, el rascado ayuda al gato a fortalecer los músculos, estirar su cuerpo y liberar tensiones. Por ello, es fundamental proporcionarle rascadores adecuados y accesibles. Estos deben colocarse en zonas centrales del hogar o cerca de su área de descanso, ya que es común que los gatos rasquen al despertar. Si el rascador está escondido o mal ubicado, es probable que prefieran usar muebles o puertas para marcar.

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Elegir un buen rascador depende de factores como la estabilidad, material, orientación y tamaño. Los gatos suelen preferir superficies de cuerda, cartón o madera, con fibras verticales que faciliten el movimiento. Asimismo, un rascador alto les permite estirarse completamente, lo que mejora su tonificación muscular. Si el gato no usa su rascador y comienza a arañar otros objetos, podría estar manifestando estrés o cambios en su entorno, por lo que conviene observar su conducta y evitar el castigo. En su lugar, se recomienda incentivar el uso del rascador con hierba gatera o catnip, o consultar con un veterinario si el comportamiento persiste.