Por César Olvera Octubre 8, 2025

Política y percepción pública

Introducción Alguna vez considerado el heredero natural del obradorismo por su cercanía con el presidente López Obrador, su origen tabasqueño y su ascenso político meteórico, Adán Augusto López Hernández enfrenta hoy una crisis de legitimidad dentro de su propio partido. Una encuesta reciente de Polister revela que el 56% de los votantes de Morena cree que debería apartarse temporalmente de su cargo como coordinador en el Senado, mientras que otro 17% exige su renuncia definitiva.

La encuesta que encendió las alarmas

La medición de Polister, realizada en octubre, muestra un deterioro significativo en la imagen de Adán Augusto entre los simpatizantes de Morena. A la pregunta: “Ante las acusaciones recientes, ¿qué debería hacer Adán Augusto respecto a su cargo como coordinador del Senado?”, los resultados fueron:
• 56%: “Apartarse temporalmente hasta aclarar las acusaciones”
• 17%: “Renunciar definitivamente”
• 27%: “Continuar en el cargo”

Esto significa que 7 de cada 10 morenistas consideran que López Hernández debería dejar el cargo, al menos por ahora. La presión no solo viene del electorado, sino también desde dentro de la bancada: la senadora Guadalupe Chavira ha comenzado a promover la idea de que el grupo parlamentario necesita un nuevo liderazgo.

Las acusaciones que lo persiguen

El nombre de Adán Augusto ha sido vinculado en los últimos meses con presuntas redes de huachicol fiscal, enriquecimiento ilícito y narcotráfico, especialmente por su relación con Hernán Bermúdez Requena, alias “El Abuelo”, quien fue titular de la Secretaría de Seguridad Pública de Tabasco durante su gestión como gobernador.

Aunque no hay procesos judiciales abiertos contra López Hernández, la conversación pública se ha tornado negativa. Según Polister, el 37.05% de los encuestados considera creíbles las denuncias sobre presuntos pagos millonarios no declarados por parte de empresas privadas.

De favorito presidencial a figura incómoda

Adán Augusto fue promovido por AMLO a la Secretaría de Gobernación en 2021, y más tarde a la coordinación del grupo parlamentario de Morena en el Senado. Su cercanía con el presidente lo convirtió en uno de los aspirantes presidenciales más fuertes en la interna morenista, aunque finalmente Claudia Sheinbaum se impuso en la contienda.
Hoy, su figura representa un dilema para la 4T: mantenerlo en el cargo podría erosionar la credibilidad del proyecto político, pero apartarlo podría abrir una grieta interna en el Senado.


¿Tiempo de definiciones?

La presión sobre Adán Augusto López Hernández crece desde todos los frentes. La encuesta de Polister refleja un cambio de ánimo entre los votantes de Morena, que ya no lo ven como el “hermano político” de AMLO, sino como una figura que debe rendir cuentas. En tiempos donde la transparencia y la legitimidad son clave para la continuidad del proyecto de la 4T, su permanencia en el Senado podría convertirse en un costo político difícil de sostener.