El contraste entre Ángel Di María y Neymar Jr. no podría ser más evidente. Mientras el brasileño lucha por recuperar su nivel tras una grave lesión y un regreso frustrado al Santos, el argentino vive un renacer futbolístico en Rosario Central, el club que lo vio nacer y al que volvió tras 18 años de carrera internacional.

Neymar, ausente en las recientes convocatorias de Carlo Ancelotti para la selección de Brasil, atraviesa una etapa complicada. Desde su lesión de rodilla en 2023, no ha logrado recuperar la forma que lo distinguía. Pese a ser recibido como salvador por un Santos que pelea por no descender, su rendimiento ha estado lejos de lo esperado. Entre lesiones recurrentes y un bajo nivel competitivo, su sueño de brillar en el Mundial 2026 parece desvanecerse.

En contraste, el regreso de Di María a Rosario Central ha sido un fenómeno. Con 37 años, el “Fideo” no solo mantiene su talento intacto, sino que se ha convertido en el alma del equipo. Desde su llegada en julio, ha marcado goles decisivos: en el clásico frente a Newell’s Old Boys, un gol olímpico ante Boca Juniors y una victoria histórica sobre River Plate. Su humildad y liderazgo han encendido al estadio Gigante de Arroyito, devolviendo la ilusión a la afición canalla.

Di María, fiel a su estilo, ha demostrado que la disciplina y el compromiso colectivo pueden más que la fama. Lejos de reclamar protagonismo o el dorsal 10, ha formado una dupla brillante con Ignacio Malcorra, potenciando el juego del equipo dirigido por Ariel Holan, hoy firme candidato al título argentino.

Su trayectoria lo respalda: héroe de finales con el Real Madrid y con la selección argentina, donde anotó los goles decisivos en la Copa América 2021 y el Mundial 2022. Su discreción contrasta con el ruido mediático que suele rodear a Neymar. Ambos compartieron vestuario en el PSG, pero es evidente que el equilibrio y la constancia de Di María fueron claves en la mejor versión del club francés.

Hoy, mientras Neymar lucha contra el tiempo, Di María confirma que los regresos pueden ser gloriosos. En el panorama sudamericano de 2025, el argentino se consagra como el ejemplo de que el talento, acompañado de humildad, puede convertir un retorno en una verdadera leyenda.