La Familia Real británica enfrenta un nuevo capítulo de controversia tras el anuncio del príncipe Andrés, quien decidió renunciar a todos sus títulos y honores oficiales en medio del escándalo por su relación con Jeffrey Epstein, condenado por delitos sexuales. El Duque de York, hermano menor del rey Carlos III, emitió un comunicado desde el Palacio de Buckingham, asegurando que su decisión busca evitar distracciones que afecten el trabajo de la monarquía.

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En su declaración, el royal de 65 años señaló que tras conversar con su familia y con el rey, optó por anteponer su deber hacia su país y mantener su retiro de la vida pública. “Con el consentimiento de Su Majestad, dejaré de usar mis títulos y honores. Niego rotundamente las acusaciones en mi contra”, afirmó. Pese a su renuncia, Andrés continuará siendo príncipe y permanecerá octavo en la línea de sucesión al trono británico.

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La medida implica su salida de la Orden de la Jarretera, la más alta distinción de caballería del Reino Unido, así como la eliminación de su título de Su Alteza Real y su papel como Consejero de Estado. Además, su exesposa Sarah Ferguson, madre de las princesas Beatriz y Eugenia, también renunciará al título de Duquesa de York y retomará su apellido de soltera. La decisión se produce tras revelarse presuntos vínculos de Andrés con un funcionario chino acusado de espionaje y correos electrónicos que evidencian una relación más cercana con Epstein de lo que había admitido.

El caso vuelve a poner en entredicho la reputación de la monarquía británica y deja al príncipe Andrés en una posición cada vez más aislada dentro de su propia familia.