Más de 10 mil migrantes deportados reciben atención en el albergue Flamingos de Tijuana
Desde enero, el albergue Flamingos ha atendido a más de 10,500 mexicanos repatriados, en su mayoría hombres que regresan solos. El centro ofrece servicios básicos y canalización a programas de reintegración social.
Desde enero de este año, el Centro de Atención al Migrante Deportado “Flamingos” en Tijuana ha brindado atención a más de 10,500 mexicanos repatriados desde Estados Unidos, según informó Mónica Vega Aguirre, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (Smads) de Baja California.
Perfil del migrante repatriado
El 90% de los atendidos son hombres que llegan sin acompañamiento, una tendencia que se ha mantenido constante mes con mes. En octubre, por ejemplo, de los 693 migrantes recibidos, 611 fueron hombres y solo 82 mujeres, lo que confirma el perfil predominante de los flujos migratorios de retorno hacia la frontera norte.
Este patrón revela una realidad silenciosa: miles de mexicanos que intentaron cruzar la frontera regresan solos, sin redes familiares ni apoyo institucional inmediato, enfrentando el reto de reintegrarse a un país que muchas veces los recibe con indiferencia.
Servicios integrales y coordinación humanitaria
El albergue Flamingos ofrece servicios básicos, orientación legal, atención médica y canalización a programas estatales y federales, con el objetivo de facilitar la reintegración social de los migrantes deportados. Vega Aguirre destacó la coordinación entre autoridades estatales y organizaciones civiles para fortalecer la atención humanitaria, garantizar el respeto a los derechos humanos y ampliar la capacidad de respuesta ante los constantes flujos migratorios.
Una realidad que exige atención nacional
Mientras el país discute acuerdos migratorios y políticas fronterizas, el fenómeno de los mexicanos deportados permanece en segundo plano. El albergue Flamingos representa uno de los pocos espacios que reconoce esta problemática y actúa para atenderla. Sin embargo, la magnitud del reto exige una respuesta más amplia y sostenida por parte de los gobiernos federal y estatales.
Flamingos hace lo que puede: recibe, orienta y cobija. Pero mientras tanto, miles de mexicanos deportados regresan a un país que los trata como si fueran turistas indeseados. El sueño americano termina en Tijuana… y el mexicano, en una fila para un colchón.