Ariana Grande reveló que después de lanzar Positions en 2020, pensó seriamente en retirarse de la música. Sin embargo, interpretar a Glinda en la película Wicked fue el impulso que la ayudó a reconectar con su esencia artística. En el podcast Shut Up Evan, la cantante confesó que el personaje reavivó una “conexión interna” que creía perdida por el trauma y el desgaste emocional de la industria.

También te puede interesar: Frankie Muniz emociona al compartir reencuentro con ‘Francis’ y ‘Reese’ en el set de Malcolm el de en medio

La artista compartió que su paso por el rodaje en Londres marcó un antes y un después. Explicó que el proceso fue tan profundo que transformó su visión creativa: “Glinda es segura de sí misma, tiene una conexión interna que yo había perdido. Fue muy emotivo, reorganizó todo”. Esa introspección la llevó a recuperar la fortaleza que creía extinguida y, con ello, la motivación para regresar al estudio.

También te puede interesar: Intento de asesinato contra P. Diddy dentro de prisión federal

De esa experiencia nació Eternal Sunshine, su séptimo álbum, lanzado en 2024. Grande comenzó a componer apenas terminó la filmación, inspirada por la luz que le dejó el personaje. El disco debutó en el número uno del Billboard 200 y rompió récords en Spotify con más de 60 millones de reproducciones globales en su estreno. Con el anuncio de The Eternal Sunshine Tour 2026, Ariana selló su regreso triunfal, demostrando que la magia de Wicked no solo encendió su creatividad, sino que la salvó del retiro definitivo.