Inseguridad récord, ataques de Trump, hartazgo social y riesgo de recesión: México, en la encrucijada de su rumbo político y económico
México enfrenta hoy una de sus peores crisis de seguridad, economía y credibilidad internacional, según el análisis realizado en el programa Ciudad 2.0 por Jesús Alberto Hernández y Víctor Hernández. El triunfo de Javier Milei en Argentina, con más del 40% de los votos en las elecciones legislativas, no solo consolida su proyecto de reformas radicales, sino que también refleja el hartazgo de una sociedad que ya no tolera décadas de populismo y corrupción. Milei logró revertir el avance del peronismo incluso en Buenos Aires, su bastión histórico, y recibió un apoyo financiero de 20 mil millones de dólares del gobierno de Donald Trump, condicionado a su desempeño electoral. Esto plantea una pregunta clave para México: ¿la ciudadanía mexicana está dispuesta a esperar décadas para corregir el rumbo, o el descontento social acelerará un cambio político como el que ocurrió en Argentina?
Mientras tanto, Donald Trump ha intensificado su presión sobre México, afirmando que el país “está gobernado por los cárteles” y comparando a estos grupos con organizaciones terroristas como Al Qaeda. Sus declaraciones no son meramente retóricas: el gobierno estadounidense ha realizado operaciones militares contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico en el Pacífico y ha impuesto aranceles del 25% a las importaciones mexicanas, excluyendo solo productos energéticos. La violencia en estados como Sinaloa y Mazatlán sigue fuera de control, con un aumento del 227% en homicidios y más de 553 denuncias por desaparición solo en lo que va de 2025. Además, la Iglesia Católica ha denunciado que México es el país más peligroso de Latinoamérica para los sacerdotes, con al menos 10 asesinatos de clérigos en el último sexenio, extorsiones a parroquias y profanaciones de templos. La inseguridad no solo afecta a líderes religiosos, sino también a empresarios, periodistas y ciudadanos comunes, como el caso del presidente de los citricultores, Bernardo Bravo, asesinado en Michoacán tras denunciar extorsiones del crimen organizado.
En el ámbito económico, los aranceles impuestos por Trump han generado una tensión adicional. Aunque el gobierno mexicano negocia para mitigar su impacto, el riesgo de una recesión es real, con estimaciones de una caída del PIB de hasta el 3%. La presidenta Claudia Sheinbaum ha desplegado 10 mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera para combatir el narcotráfico, pero la relación con Estados Unidos sigue siendo frágil, especialmente tras la ruptura de diálogos comerciales con Canadá. En este contexto, los analistas de Ciudad 2.0 plantearon tres escenarios posibles para México: uno inercial, donde el gobierno mantiene su modelo actual con ajustes menores; otro de radicalización, donde la falta de oposición efectiva podría llevar al país hacia un régimen autoritario; y un tercero de cambio democrático, impulsado por una movilización ciudadana que exija transparencia, seguridad y derechos humanos. Sin embargo, esto último dependerá de la capacidad de la sociedad para organizarse y presionar por reformas reales, algo que, hasta ahora, parece lejano.
El desafío es claro: México enfrenta una crisis multidimensional, donde la violencia, la presión internacional y una economía vulnerable se combinan con una ciudadanía cada vez más frustrada. Como se preguntó en el análisis, ¿logrará el país evitar el camino argentino, o la inercia lo llevará a una crisis aún más profunda? La respuesta podría definir no solo el futuro inmediato, sino el rumbo de México en la próxima década. Lo que está en juego no es solo la estabilidad política, sino la capacidad del país para garantizar seguridad, justicia y oportunidades en un entorno global cada vez más hostil.
