El rendimiento de Lamine Yamal en el Barcelona esta temporada muestra un notable descenso en aspectos defensivos clave. Comparando sus estadísticas del inicio de la temporada 2025/26 con las del curso anterior, queda claro que el joven talento español ha reducido significativamente su contribución en recuperación de balones, presiones y sprints, elementos esenciales para la presión coral que exige Hansi Flick.

“No es solo lo bueno que seas con balón, sino que también tienes que trabajar defensivamente”, señaló Flick hace un mes, subrayando la importancia del rendimiento defensivo de Yamal. Durante los primeros meses de la temporada 2024/25, el extremo logró 53 recuperaciones en todas las competiciones; este año apenas suma 27. Las presiones han caído de 225 a 92, mientras que los sprints a máxima intensidad pasaron de 221 a 121.

El factor físico también ha influido: la pubalgia ha obligado a Yamal a perder cinco partidos, mientras que en el mismo periodo del año pasado había jugado 14 encuentros. A pesar de estas limitaciones, su aporte ofensivo se mantiene sólido. Con tres goles y cinco asistencias en ocho partidos, mantiene un promedio cercano a un gol o asistencia por partido, aunque dos de sus goles fueron de penalti.

Curiosamente, los regates completados se mantienen en 39, igualando la cifra de la temporada pasada, pero con un mejor porcentaje de efectividad: este curso necesitó 86 intentos frente a los 105 del año anterior. Así, Lamine Yamal demuestra que, pese a su bajón defensivo, sigue siendo un jugador decisivo en ataque para el Barcelona.