Nota y fotos por: Silver Juárez Arce

En contraste con la actividad y el color que caracterizan al Panteón Municipal 1 en estos días de celebración del Día de Muertos, cientos de tumbas permanecen abandonadas, olvidadas por el tiempo y la ausencia de quienes alguna vez las visitaron. Este panteón, uno de los más antiguos de la capital, alberga sepulturas que ya no reciben la atención de sus descendientes, ya sea porque estos ya no existen, porque han dejado de hacerse cargo o simplemente porque el paso de los años ha borrado su memoria.

El abandono es evidente en la maleza que crece alrededor de las tumbas, en las lápidas deterioradas y en la ausencia de flores u ofrendas. Estas tumbas, que en su momento fueron el lugar de descanso de seres queridos, hoy se encuentran solas, sin la visita de nadie que las limpie o las decore. Algunas son tan antiguas que ya no queda registro de sus ocupantes, perdidas en la historia de la ciudad.

El fenómeno del abandono en los panteones es una realidad que se repite en muchas ciudades, y Chihuahua no es la excepción. Aunque el Panteón Municipal 1 se llena de vida y color durante el Día de Muertos, la presencia de estas tumbas olvidadas es un recordatorio de la fragilidad de la memoria y de cómo, con el tiempo, incluso los lugares más sagrados pueden caer en el olvido.

Las autoridades municipales, conscientes de esta situación, realizan labores de limpieza y mantenimiento en el panteón, pero la tarea de recordar y honrar a los difuntos sigue siendo una responsabilidad que recae en las familias y en la sociedad. El Día de Muertos es una oportunidad para reflexionar no solo sobre la vida y la muerte, sino también sobre la importancia de mantener viva la memoria de quienes nos precedieron.