EL JUSTICIABLE AL CENTRO.
A dos meses de la toma de protesta de las personas juzgadoras ya tenemos ciertos elementos que nos permiten apreciar cambios y en definitiva, el nuevo rumbo que nuestra presidenta, la Magistrada Marcela Herrera Sandoval, le está dando al nuevo Poder Judicial en Chihuahua.
Lo primero y más importante es el justiciable, por eso está al centro. Con una justicia más cercana, pronta, sin que esto implique hacer de lado la certeza, parte fundamental de cualquier actuación judicial. El justiciable al centro, sin distinción alguna, para beneficio de toda la ciudadanía Chihuahuense.
También hay una intención muy clara de modernizar, a través de la implementación de herramientas tecnológicas, la central de actuarios. Este hecho, una vez concretado, resultará en esa justicia más rápida y más accesible para todas y todos.
La presidencia del Tribunal Superior de Justicia está enfocada en conocer al personal que integramos este poder, su problemática, sus necesidades, algo destacable en todos los sentidos, pues para tener una justicia mucho mejor, más humana y, al mismo tiempo, de mucho mayor certeza y seguridad jurídica, es indispensable que el personal que se encarga de su impartición esté debidamente capacitado y cuente con los elementos para proveer y realizar debidamente la función que se le encomienda.
En ese sentido también es destacable la labor que están haciendo tanto el Tribunal de Disciplina Judicial como el Órgano de Administración. No es fácil comenzar de cero, arrancar de cero y ambos lo están haciendo bien.
El Órgano de Administración Judicial, se encarga de la complejísima de tarea de administrar los recursos humanos y materiales del Poder Judicial, una labora nada sencilla en la que día con día enfrentan distintos retos que han podido resolver, de igual manera, con la firme convicción de modernizar al Poder Judicial, de acercarlo a las y los ciudadanos y de ofrecerle las herramientas al personal para que esté en condiciones de atender debidamente su labor. Excelente labor de la Licenciada Karla Reyes.
Y, por su parte, el Tribunal de Disciplina, tiene la difícil tarea de darle la cofianza a los ciudadanos y a las ciudadanas que en este nuevo Tribunal Superior de Justicia no tendrán cabida, ni tolerancia, cualquier acto de corrupción que manche la labor jurisdiccional. Una tarea que como bien señaba su presidente, el Magistrado Francisco Acosta, implica mucho rigor, mucha capacidad y conocimiento en la ciencia jurídica y, sobre todo, valor y compromiso con la sociedad para resolver conforme a Derecho las irregularidades en que puedan incurrir las y los integrantes del Poder Judicial en Chihuahua.
Lic. Francisco “Paco” Navarro
