El otoño trae consigo cambios de temperatura, días más cortos y un aumento en la humedad, factores que también afectan la salud y el bienestar de nuestras mascotas. Durante esta estación, es importante adaptar sus rutinas, alimentación y cuidados para evitar enfermedades o molestias. Los perros y gatos, especialmente los de pelaje corto o los que pasan tiempo al aire libre, pueden sentir más el frío, buscar lugares cálidos dentro del hogar y presentar un incremento en la pérdida de pelo por la muda estacional.

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La alimentación otoñal juega un papel esencial. Como muchas mascotas reducen su nivel de actividad, se recomienda ajustar las porciones para prevenir el sobrepeso, sin descuidar el aporte de nutrientes que fortalecen su sistema inmunológico. Incluir alimentos ricos en antioxidantes y omega-3 ayuda a proteger su piel y pelaje. Además, el cepillado regular evita nudos y reduce la formación de bolas de pelo, sobre todo en gatos. Si notas una pérdida excesiva de pelaje o zonas sin pelo, es necesario acudir al veterinario para descartar posibles alergias o deficiencias nutricionales.

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El frío y la humedad también pueden dañar las patas y la piel de tu mascota. Sécala bien después de los paseos y, si es necesario, aplica productos hidratantes o usa botines protectores para evitar irritaciones. Mantener una cama cálida en casa y usar ropa abrigadora o impermeable en el exterior puede prevenir resfriados. No olvides continuar con la protección antiparasitaria, ya que en otoño aún proliferan pulgas y garrapatas. Los perros senior requieren especial atención: abrigo, ejercicio moderado y una dieta adaptada a su edad son fundamentales para su bienestar.

El otoño es una época ideal para reforzar el vínculo con tu compañero peludo. Con cuidados simples pero constantes, podrás disfrutar de una temporada llena de bienestar y cariño junto a tu mejor amigo de cuatro patas.