Una nueva filtración de correos electrónicos ha reavivado el escándalo en torno a Jeffrey Epstein y su red de tráfico sexual, al revelar supuestos vínculos directos con Donald Trump. Los mensajes, enviados entre 2011 y 2019, fueron divulgados por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, y apuntan a que el expresidente “pasó horas” con una mujer identificada como víctima del entramado de Epstein.

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De acuerdo con The New York Times, en uno de los correos enviados por Epstein a Ghislaine Maxwell —su exsocia y cómplice actualmente encarcelada—, el financiero mencionó que Trump “había pasado horas en mi casa con una de las víctimas, y nunca ha sido mencionado”. Maxwell respondió al mensaje el mismo día, afirmando que también había pensado en ello. Aunque el nombre de la víctima fue eliminado, legisladores demócratas aseguran que se trataba de una de las jóvenes explotadas por Epstein.

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En otro correo de 2019 dirigido al periodista Michael Wolff, Epstein escribió que Trump “sabía sobre las chicas” y que incluso le pidió a Maxwell “que se detuviera”. Estas revelaciones forman parte de más de 23 mil páginas de documentos entregados por el patrimonio del magnate y revisados por el Congreso. Tras la filtración, la Casa Blanca respondió calificando el hecho como una “maniobra política” y acusando a los demócratas de “difundir una narrativa falsa para dañar la imagen del presidente”.

La portavoz presidencial, Karoline Leavitt, afirmó que los correos fueron manipulados y que la mujer aludida sería Virginia Giuffre, quien denunció públicamente haber sido explotada por Epstein y otros hombres poderosos. Giuffre falleció por suicidio en abril, y la administración Trump sostiene que toda relación con el caso “carece de fundamento” y busca únicamente afectar su reputación política.