Desde que Timothée Chalamet y Kylie Jenner confirmaron su relación, el público y los medios han reaccionado con sorpresa ante esta inesperada pareja dispareja de Hollywood. Mientras él ha construido una carrera sólida en el cine independiente y ha sido nominado al Oscar, ella representa el poder del entretenimiento digital y la cultura de las redes sociales, siendo una de las empresarias más influyentes de su generación.

También te puede interesar: James Van Der Beek subasta recuerdos de Dawson’s Creek para costear su tratamiento contra el cáncer

Para muchos, el contraste entre el actor de “Duna” y la magnate de la belleza parecía imposible de combinar. Chalamet, un joven intelectual con estilo reservado y trayectoria artística, y Kylie, símbolo de sensualidad y éxito empresarial, parecían provenir de mundos opuestos. Sin embargo, su romance ha demostrado que la conexión emocional puede surgir más allá de las apariencias o los prejuicios de la industria.

También te puede interesar: Sabrina Carpenter revive la magia en el live action de “Alicia en el País de las Maravillas”

Como ellos, otras parejas disparejas de Hollywood han desconcertado al público a lo largo del tiempo. El icónico caso de Marilyn Monroe y Arthur Miller, por ejemplo, enfrentó las mismas críticas: la diva más famosa del cine junto al dramaturgo ganador del Pulitzer. Lo mismo ocurrió con Richard Gere y Cindy Crawford, Serge Gainsbourg y Brigitte Bardot, o Aaron y Sam Taylor-Johnson, cuyo amor desafió las diferencias de edad y estilo.

En el caso de Kylie y Timothée, pese a los rumores de ruptura y las agendas complicadas, ambos han mostrado interés en mantener viva su relación. Más allá de los memes, las dudas y los estereotipos, su historia recuerda que en Hollywood —como en la vida real— el amor no siempre sigue un guion predecible.