La Selección Argentina cerró el año con un sólido triunfo 2-0 ante Angola en Luanda, en un encuentro marcado por el entusiasmo local y por una notable actuación de Lionel Messi, quien aportó gol y asistencia. El primero en abrir el marcador fue Lautaro Martínez, tras una precisa habilitación del capitán argentino, que luego sentenció el resultado con una definición que hizo vibrar a todo el estadio.

Aunque el amistoso representaba una oportunidad para probar variantes de cara al próximo Mundial, Lionel Scaloni se inclinó por mantener una base de titulares debido a varias bajas en la Fecha FIFA. En un ambiente festivo por el 50° aniversario de la independencia de Angola, el equipo local mostró intensidad física y un juego directo que exigió al visitante, destacándose una intervención temprana de Gerónimo Rulli, quien respondió con solvencia en reemplazo del Dibu Martínez.

Con el correr del partido, la Albiceleste comenzó a imponer su ritmo a partir de la posesión y de combinaciones que generaron peligro constante. Messi, activo y desequilibrante, estuvo cerca del gol en varias ocasiones, mientras que la sociedad con Almada, Lo Celso y Lautaro fue clave para romper líneas. La apertura llegó a los 43 minutos: un pase milimétrico del 10 dejó al delantero mano a mano para definir de caño y poner el 1-0.

En el complemento, Scaloni mantuvo la estructura inicial antes de comenzar a rotar y sumar minutos para jóvenes y debutantes como Kevin Mac Allister, Joaquín Panichelli y Gianluca Prestianni. El encuentro mantuvo un ritmo moderado, pero Angola continuó intentando sorprender a partir de remates lejanos, encontrándose siempre con un seguro Rulli.

El momento más esperado llegó a los 82 minutos: Lautaro recuperó la pelota tras una falta sobre Messi y le devolvió la gentileza con una asistencia que el capitán transformó en el 2-0 definitivo, desatando la euforia del público africano, que celebró cada jugada del astro argentino.

Con el año cerrado en positivo, Argentina mira ahora a sus próximos desafíos internacionales, incluida una posible Finalissima ante España en marzo y, cada vez más cerca, el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá.