El GP de Las Vegas llega con un escenario inesperado: Max Verstappen podría quedar fuera de la lucha por el campeonato de pilotos antes de la última fecha. El neerlandés, cuatro veces campeón del mundo, enfrenta una situación que parecía haber dejado atrás, con Lando Norris aventajándolo por 49 puntos cuando aún quedan 86 en disputa. Aunque el piloto de McLaren no puede coronarse en Nevada, sí tiene el poder matemático de eliminar al campeón si se combinan ciertos resultados.

Los escenarios son claros: si Norris gana, Verstappen debe terminar segundo; si Lando es segundo, Max necesita como mínimo un quinto lugar; si el británico queda tercero, el neerlandés debe ser sexto; si termina cuarto, Verstappen no puede caer más allá de octavo; y si Norris finaliza quinto, Max debe como mínimo ser noveno. Cualquier posición inferior pondría fin a sus aspiraciones.

Aunque los números no favorecen a Verstappen, el circuito sí. Las Vegas comparte características con Monza, una pista donde el neerlandés fue contundente. El Red Bull RB21, pese a sufrir en curvas lentas, es letal en recta, mientras que el McLaren suele perder competitividad cuando la temperatura baja, afectando su habitual ventaja en la gestión de neumáticos. Además, Norris llega con un motor usado y tras un abandono por falla mecánica, mientras Max estrena una unidad de potencia fresca que puede exprimir sin reservas.

A esto se suma el factor Mercedes, que sin pelear por el título podría influir en el resultado. Con antecedentes recientes de competitividad en Las Vegas y São Paulo, tanto George Russell como Kimi Antonelli podrían interponerse entre los contendientes, alterando cualquier cálculo. Su papel de “agentes del caos” podría redefinir la batalla por el campeonato.

Las condiciones parecen alinearse a favor de Verstappen: frío en pista, motor nuevo, trazado rápido y un McLaren que pierde su mayor fortaleza. Sin embargo, la presión recae sobre Norris, quien debe demostrar que puede eliminar al vigente campeón en el único circuito del calendario que le ofrece desventaja. Si lo logra, enviaría un mensaje contundente a todo el paddock. Si falla, Verstappen tendrá vía libre para revivir su temporada y mantener vivas sus opciones rumbo a las últimas tres carreras.

El resultado en Las Vegas definirá si este fin de semana marca el fin del reinado del neerlandés o el inicio de un cierre épico donde el campeón vuelve a recordar por qué domina la Fórmula 1 desde hace años.