Mascotas y virus respiratorios: lo que debes saber para protegerlas
Las mascotas sí pueden enfermarse de virus respiratorios, pero no se contagian de los mismos que afectan a los humanos. Aunque los perros y gatos pueden presentar síntomas parecidos al resfriado o a la gripe, estos virus no suelen transmitirse entre especies, por lo que es muy poco probable que un humano enfermo contagie a su mascota o viceversa. Aun así, es esencial prestar atención a cualquier signo de malestar y buscar atención veterinaria cuando sea necesario.
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Los virus respiratorios pueden comprometer seriamente la salud de perros y gatos, especialmente en ambientes donde conviven con otras mascotas, como parques, guarderías, peluquerías o refugios. En estos espacios, el riesgo de contagio aumenta debido a la exposición constante a animales infectados o superficies contaminadas. La prevención mediante vacunas, desparasitación y revisiones médicas reduce notablemente las posibilidades de una infección y evita complicaciones mayores.
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Entre los virus más comunes que afectan a perros se encuentran la influenza canina, la tos de las perreras, el parvovirus y el moquillo, todos altamente contagiosos y, en algunos casos, potencialmente mortales, especialmente en cachorros. Los gatos tampoco están exentos: sufren con frecuencia infecciones respiratorias superiores, además de enfermedades como la leucemia felina, la inmunodeficiencia felina y la panleucopenia, esta última particularmente peligrosa para los gatitos.
La mayoría de estos virus pueden prevenirse con vacunación oportuna y control veterinario. Las mascotas jóvenes, mayores o con condiciones médicas previas son más vulnerables, por lo que deben evitar entornos de alto riesgo hasta estar completamente protegidas. Llevarlas al veterinario ante los primeros síntomas y mantener su esquema de vacunas actualizado es la clave para garantizar su bienestar y evitar enfermedades graves.
