Primer obispo destituido: León XIV acepta renuncia de Rafael Zornoza, acusado de abuso
El Vaticano informó que el papa León XIV aceptó la renuncia del obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza, quien enfrenta una investigación eclesiástica por presunto abuso sexual contra un joven seminarista en los años noventa. La decisión marca un precedente en el pontificado de León XIV, al ser la primera destitución vinculada a acusaciones de abuso.
Zornoza había presentado su renuncia en julio de 2024, al cumplir los 75 años establecidos por el Código de Derecho Canónico como edad límite para el retiro episcopal. Sin embargo, su salida no se concretó hasta ahora, coincidiendo con la apertura de una investigación por parte del Dicasterio para la Doctrina de la Fe. De acuerdo con reportes del diario El País, la denuncia fue presentada este verano y señala que los abusos ocurrieron entre 1994 y 2000, cuando Zornoza era rector del seminario de Getafe, en Madrid.
• El comunicado oficial del Vaticano fue breve: “El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de Cádiz y Ceuta presentada por Mons. Rafael Zornoza Boy”.
• Aunque la Santa Sede no especificó el motivo, la decisión se produce tras la publicación de investigaciones periodísticas y la apertura de un proceso eclesiástico.
• La diócesis de Cádiz negó las acusaciones, pero confirmó que el caso está siendo revisado por el tribunal eclesiástico conocido como la Rota de Madrid.
• Zornoza, que se encuentra enfermo, calificó las acusaciones como “injustas y falsas”, aunque reconoció que seguirá colaborando con la investigación.
La aceptación de la renuncia ha generado impacto en España y en el Vaticano. Organizaciones de víctimas consideran que la medida es un paso hacia la transparencia, mientras que sectores conservadores de la Iglesia advierten que aún falta claridad sobre el proceso.
La destitución de Rafael Zornoza representa un momento clave en el inicio del pontificado de León XIV, quien parece dispuesto a aplicar una política más estricta frente a los casos de abuso en la Iglesia. El reto será garantizar justicia para las víctimas y credibilidad para la institución.
