El actor alemán Udo Kier, uno de los rostros más emblemáticos del cine de terror y figura de culto en Hollywood, falleció a los 81 años en Palm Springs, California. Su pareja, el artista Delbert McBride, confirmó la noticia sin revelar la causa del deceso. Con una presencia única y una mirada penetrante que marcó generaciones, Kier deja un legado inolvidable en la industria cinematográfica.

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A lo largo de más de cinco décadas de trayectoria, Kier participó en cientos de películas y colaboró con iconos como Andy Warhol y Rainer Werner Fassbinder. Su salto a la fama llegó en los años 70 con sus interpretaciones de Frankenstein y Drácula, producciones de Warhol que lo consolidaron como un referente del género. Para encarnar a Drácula, llegó a someterse a una estricta dieta que lo dejó tan débil que necesitó una silla de ruedas temporalmente.

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Versátil y provocador, Kier dejó huella tanto en el cine independiente como en el comercial. Fue pieza clave en películas de Lars von Trier como Manderlay y Nymphomaniac, y también brilló en producciones masivas como Ace Ventura, Armageddon y Blade, donde su estilo excéntrico y su intensidad teatral lo hicieron inolvidable. Nacido en 1944 en Colonia y sobreviviente de un bombardeo en su propio nacimiento, construyó una vida marcada por la resiliencia, el arte y una personalidad extravagante que lo llevó a convertirse en un icono irremplazable del séptimo arte.