El secretario de Salud estatal, Gilberto Baeza Mendoza, informó que la entidad atraviesa una fase decisiva para dar por concluido el brote de sarampión registrado este año, luego de registrar una disminución sostenida en los contagios y varios días consecutivos sin nuevos casos confirmados.

De acuerdo con el funcionario, durante las semanas recientes únicamente se detectaron entre dos y tres casos semanales, la mayoría correspondientes a pacientes en etapa final de la enfermedad. Destacó que, pese a la vigilancia epidemiológica intensiva, se han tenido jornadas completas sin reportes positivos, lo que refleja una caída significativa en la transmisión.

Ante este escenario, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) evaluará en febrero de 2026 si Chihuahua puede ser declarado oficialmente libre del brote. La revisión está programada para la primera quincena del próximo año.

Baeza señaló que el avance logrado es resultado del trabajo coordinado entre las distintas dependencias estatales, aunado a las campañas de vacunación, los cercos epidemiológicos y la búsqueda activa de casos sospechosos. La estrategia implementada en Chihuahua ha sido reconocida tanto por la Secretaría de Salud federal como por la OPS por su efectividad para contener la propagación del virus.

Aunque el panorama local es favorable, el sarampión continúa activo en entidades como Jalisco, Michoacán y Guerrero. El secretario confió en que las acciones emprendidas en esos estados permitan también una reducción de la incidencia.

“Estamos muy cerca de que se retire la clasificación de brote, pero no podemos relajar las medidas. La vacunación y la vigilancia deben mantenerse para evitar rebrotes”, afirmó.

Si la tendencia actual se mantiene, Chihuahua podría convertirse en una de las primeras entidades del país en cerrar el episodio epidemiológico, a la espera de la confirmación oficial en febrero próximo.