Renacer desde la amistad en “Sorry, Baby”
Con Sorry, Baby, Eva Victor sorprende con una visión íntima que coloca la empatía, la sanación y la amistad femenina en el centro de la historia. Su ópera prima deja ver una madurez creativa que se aleja del contenido humorístico con el que se dio a conocer, para adentrarse en una narrativa profunda sobre cómo una mujer reconstruye su vida tras un momento de dolor.
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La cineasta, antes reconocida por su trabajo en redes sociales y en series como Billions, revela una faceta más emocional al narrar la experiencia de Agnes y Liddy, dos mujeres marcadas por un episodio traumático. Victor enfatiza que su intención nunca fue enfocarse en la violencia, sino en los vínculos afectivos que permiten avanzar, resaltando la humanidad de sus protagonistas desde su complejidad, su vulnerabilidad y también su capacidad de reencontrar la alegría.
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La película propone un retrato honesto y sensible: evita el sensacionalismo y se concentra en la vida después del trauma, en los gestos que sostienen y en la fuerza de las relaciones que ayudan a recomponer el camino. Para Victor, este proyecto representa un homenaje a quienes acompañan en los momentos más oscuros y un recordatorio de que la resiliencia femenina florece cuando existe apoyo mutuo. Con este debut, confirma que el cine puede ser un refugio para sanar y una forma de iluminar las historias que merecen contarse.
