Nota y fotos por: Silver Juárez Arce

El alcalde Marco Bonilla calificó como una “traición a Chihuahua” la aprobación de la Ley de Aguas Nacionales, realizada de manera sorpresiva y en la madrugada, lo que, según él, demuestra que “algo no está bien” en su contenido. Criticó que la nueva normativa prohíbe la transmisión de concesiones de agua, lo que genera incertidumbre en el campo y la industria, y contradice las garantías que se habían prometido a los productores.

Bonilla advirtió que la ley complicará el cumplimiento del Tratado de Aguas de 1944, del cual Chihuahua es el mayor deudor debido a su condición de desierto. “Si antes era difícil cumplir con el tratado, ahora será mucho más complicado”, señaló, y propuso que, en lugar de una nueva ley, se debería negociar un tratado actualizado con responsabilidades equitativas para estados como Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, donde las condiciones climáticas son más favorables.

El alcalde expresó su escepticismo sobre si la reforma mejorará la autosuficiencia agrícola y evitó que Chihuahua siga dependiendo de importaciones de alimentos desde Estados Unidos. “Ojalá nos equivoquemos, pero dudo que esta ley beneficie a los productores”, concluyó.