Max Verstappen dejó claro que enfrenta la última fecha de la temporada 2025 de Fórmula 1 sin cargar con presión alguna, pese a que la definición del campeonato será frente a los dos pilotos de McLaren, Lando Norris y Oscar Piastri. Con 12 puntos de desventaja ante Norris y una ventaja de cuatro sobre Piastri, el neerlandés tomó la conferencia previa al GP de Abu Dhabi con la naturalidad que lo caracteriza, combinada con una estrategia mental que busca incomodar a dos rivales con menos experiencia en batallas por el título.

La ecuación para coronarse es sencilla: si Verstappen gana, será campeón siempre que Norris no termine dentro del podio. McLaren llega golpeado tras el error estratégico cometido en Qatar, donde dejaron pasar una oportunidad clara al no llamar a sus pilotos a boxes durante el auto de seguridad, acción que permitió a Max meterse nuevamente en la pelea.

Mientras Norris aseguró que en el equipo “nada cambia” y que solo revisaron errores para mejorar, Verstappen confesó que pasó los días previos concentrado en su vida personal y en sus proyectos para 2026, provocando risas al contar que fue “todo muy tranquilo”. Incluso reveló que sus padres no acudieron a Abu Dhabi: su padre se encuentra en un rally en África y su madre decidió quedarse en casa, algo que él tomó con humor, recordando que ni siquiera esperaba llegar con opciones al cierre de temporada después de estar 104 puntos abajo tras Zandvoort.

La remontada del tetracampeón —con cinco victorias y presencia constante en el podio tras el receso veraniego— lo dejó en posición de luchar por la corona. Aun así, su postura es clara: “Estoy muy tranquilo, no tengo nada que perder. Disfruto estar aquí y pelear por el título. Haré mi mejor trabajo, pero no está todo bajo mi control”.