La tensión crece en el Real Madrid luego de la derrota ante Celta en el Bernabéu, un tropiezo que reavivó las dudas sobre el proyecto de Xabi Alonso. Tras el encuentro, Florentino Pérez sostuvo una reunión con parte de la directiva para evaluar la crisis deportiva y definir los pasos a seguir antes del decisivo duelo de Champions League frente al Manchester City, considerado ya un examen definitivo para el entrenador vasco.

El revés ante Celta se interpretó como un retroceso alarmante después de la sólida victoria por 3-0 frente al Athletic de Bilbao días antes. Dentro del club se señala no sólo al técnico, sino también al bajo rendimiento de varias figuras del plantel. Aun así, la cúpula merengue ha comenzado a explorar alternativas en caso de que la situación termine en un despido. Entre los nombres que toman fuerza aparecen Zinedine Zidane y Álvaro Arbeloa, quienes encajan como opciones naturales por su vínculo reciente con la entidad, sin descartar que pueda surgir una sorpresa.

A la crisis deportiva se suma un ambiente interno tenso. Desde la directiva se percibe una mala gestión del vestuario, marcada por la renovación estancada de Vinícius Júnior y la preocupación por el nivel de jugadores como Jude Bellingham y Federico Valverde. Algunas voces dentro del equipo admiten que existe responsabilidad compartida entre futbolistas y cuerpo técnico, señalando que el grupo no ha logrado asimilar los métodos de Xabi. Además, se cuestiona la falta de firmeza del entrenador y la ausencia de líderes naturales tras las salidas de figuras como Luka Modric y Lucas Vázquez, sumada a la baja de Dani Carvajal.