Muchos perros realizan un estiramiento justo en el momento en que ven llegar a sus dueños, un gesto que suele pasar desapercibido pero que comunica más de lo que imaginas. Lejos de ser una simple reacción física, este movimiento es una muestra de afecto y una forma espontánea de expresar alegría por tu regreso. Los canes utilizan su lenguaje corporal para transmitir emociones profundas, y este saludo es una de las señales más claras de que tu presencia les genera comodidad y entusiasmo.

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Los perros suelen reservar ciertos comportamientos solo para quienes les inspiran confianza. A diferencia de lo que ocurriría en un entorno laboral o social —donde estirarse o bostezar podría malinterpretarse—, en casa las mascotas se permiten mostrarse tal como son. Si tu perro se estira al verte, significa que ha desarrollado un vínculo fuerte, se siente seguro contigo y percibe tu llegada como un momento positivo que rompe la rutina de su día.

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Este estiramiento, que muchos confunden con un simple acto de pereza, también tiene un componente de saludo y sumisión amistosa. Es una manera de decirte: “confío en ti y me alegra que estés aquí”. Los perros suelen hacerlo después de un tiempo de ausencia o justo antes de actividades que disfrutan, como salir a pasear. Comprender este tipo de gestos fortalece la comunicación con tu compañero peludo y permite construir una relación aún más cercana basada en afecto, respeto y atención a su lenguaje no verbal.