La madrugada del 22 de julio quedó marcada como un día oscuro para el rock tras la muerte de Ozzy Osbourne, quien a los 76 años perdió la vida a causa de un infarto en su casa en Buckinghamshire. Meses después, Sharon Osbourne decidió compartir el capítulo más doloroso de su vida, recordando los íntimos momentos que vivió junto al legendario “Príncipe de las Tinieblas” antes de su partida.

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En una conversación con Piers Morgan, Sharon relató que aquella noche Ozzy estuvo inquieto y que alrededor de las 4:30 de la madrugada la despertó para pronunciar sus últimas palabras: “Bésame… abrázame fuerte”. La viuda confesó que esas frases la persiguen hasta hoy, preguntándose si pudo haberlo abrazado más o decirle cuánto lo amaba antes de que él bajara a ejercitarse, sin imaginar que esos serían sus últimos minutos con vida.

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A pesar de sus problemas de salud, Ozzy mantenía estricta su rutina diaria de ejercicio, pasando hasta 90 minutos en la elíptica. Pero esa mañana todo cambió. Sharon escuchó gritos provenientes del gimnasio y corrió para encontrar a su esposo desplomado mientras intentaban reanimarlo. Aunque los esfuerzos continuaron incluso en el hospital, ella supo de inmediato que Ozzy Osbourne había partido. Con voz entrecortada, recordó que finalmente tuvo que aceptar lo inevitable: “Se ha ido”.