Cuando uno de los cineastas más influyentes de la historia admite que una película se le incrustó en el inconsciente, el impacto es incuestionable. Martin Scorsese confesó que, tras conocer la poderosa visión de Guillermo del Toro para su nueva versión de Frankenstein, las imágenes fueron tan intensas que lo acompañaron incluso mientras dormía, una señal clara del alcance emocional y visual del proyecto.

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El propio Scorsese relató que la atmósfera gótica y la reinterpretación del clásico de Mary Shelley resultaron tan vívidas que su mente continuó procesándolas durante el descanso nocturno. Para el director de Taxi Driver, la obra “se queda contigo”, es profundamente conmovedora y alcanza una dimensión operística que combina belleza y terror, un elogio mayúsculo viniendo de alguien que lo ha visto todo.

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Este reconocimiento cobra un significado especial por la relación de casi tres décadas entre ambos cineastas. Scorsese fue mentor de Del Toro en momentos decisivos de su carrera y hoy celebra ver cómo su antiguo alumno consolida una voz única en Hollywood. Que el maestro sueñe con la obra del discípulo confirma que Frankenstein no solo es uno de los proyectos más ambiciosos del director mexicano, sino una película destinada a dejar huella en la memoria del cine contemporáneo.