Lo que nació como una entrañable tira cómica en la prensa escrita se ha transformado en una de las propiedades intelectuales más valiosas de Hollywood. Sony Pictures Entertainment concretó la compra mayoritaria de Peanuts Worldwide tras desembolsar 457 millones de dólares, asegurando así el 80% de la franquicia creada por Charles M. Schulz, hogar de personajes icónicos como Snoopy y Charlie Brown.

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Con esta operación, Sony adquirió el 41% de las acciones que estaban en manos del estudio canadiense WildBrain, sumándose al 39% que ya poseía desde 2018. El movimiento convierte a la compañía japonesa en el principal socio y estratega global de la marca, responsable de su distribución, marketing y expansión internacional, aunque WildBrain seguirá participando en la gestión bajo la nueva dirección.

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A pesar del cambio de control, los herederos de Schulz conservarán un 20% de participación, garantizando que la esencia creativa de Peanuts se mantenga intacta. Para Sony, la apuesta va más allá de la nostalgia: el valor de la franquicia reside en su potente merchandising, su enorme impacto cultural en Asia —especialmente en Japón— y el impulso reciente del contenido en streaming, revitalizado por nuevos especiales animados.

Con esta inversión cercana a los 500 millones de dólares, se espera que Sony Pictures anuncie en el corto plazo nuevas producciones animadas, incluyendo posibles largometrajes, con estándares visuales más ambiciosos. Así, Snoopy y su universo pasan a formar parte del portafolio de una de las productoras más influyentes del mundo, marcando una nueva era para Peanuts en la industria del entretenimiento.