La llegada de la Navidad transforma los hogares con luces, adornos y nuevos aromas, pero lo que para las personas es celebración, para muchas mascotas puede convertirse en una fuente de estrés. Expertos advierten que perros y gatos perciben las decoraciones de forma muy distinta: las luces parpadeantes se sienten más intensas, los sonidos más fuertes y los cambios repentinos en el entorno pueden alterar su sensación de seguridad, especialmente en animales jóvenes o rescatados.

También te puede interesar: Mascotas: el vínculo que transforma a la familia

Comprender cómo ven y sienten las mascotas estas fechas es clave para lograr una Navidad pet-friendly. Los perros distinguen principalmente tonos azules y amarillos, mientras que los gatos perciben colores más apagados y una imagen borrosa. Por ello, adornos brillantes, luces rojas o elementos musicales pueden resultar confusos o amenazantes. Los especialistas recomiendan optar por iluminación cálida y decoraciones sutiles, además de mantener rutinas estables de alimentación y paseo para reducir la ansiedad.

También te puede interesar: Mascotas y fuegos artificiales: una combinación peligrosa

La seguridad también juega un papel fundamental durante las fiestas. Cables eléctricos, velas, adornos frágiles y plantas tóxicas representan riesgos comunes. Se aconseja usar decoraciones irrompibles, evitar el vidrio, colocar objetos fuera de su alcance y habilitar una habitación sin adornos donde la mascota pueda refugiarse. Observar señales como temblores, inquietud, esconderse o cambios en el comportamiento ayudará a detectar a tiempo si el ambiente navideño les resulta abrumador y ajustar la decoración para que todos disfruten de unas fiestas tranquilas.