Lily Collins sorprendió al revelar que Emily en Paris terminó envuelta en una peculiar disputa simbólica entre París y Roma, luego de que la quinta temporada trasladara parte de su historia a Italia. Con humor, la actriz describió la situación como un “triángulo amoroso político europeo”, dejando claro que nunca imaginó que una serie de ficción provocaría reacciones públicas de líderes y autoridades de ambos países.

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La nueva temporada fue presentada en un estreno de alto perfil en el cine Grand Rex de París, donde se proyectaron los dos primeros episodios ante invitados especiales. El evento reunió al elenco completo y a ejecutivos de Netflix, entre ellos Ted Sarandos y el creador Darren Star, en una noche que confirmó el peso cultural que ha adquirido la producción desde su debut.

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La alfombra roja se convirtió en un despliegue de moda y glamour, con la presencia de Ashley Park, Philippine Leroy-Beaulieu, Lucas Bravo, Lucien Laviscount y Eugenio Franceschini, además de nuevas incorporaciones como Minnie Driver y Michele Laroque. La asistencia de todo el reparto reforzó la imagen de una serie coral que sigue ampliando su universo narrativo.

Aunque los primeros episodios se desarrollan en Roma, donde Emily asume nuevos retos profesionales y personales, Darren Star aclaró que la historia regresa a París más adelante. Ese cambio temporal fue suficiente para generar comentarios políticos, luego de que el presidente francés Emmanuel Macron expresara públicamente su interés en que la serie no abandonara la capital francesa.

Collins, vestida con un elegante diseño negro, restó dramatismo al debate y destacó el impacto cultural global de la serie. La quinta temporada, que contará con 10 episodios y se estrena el 18 de diciembre en Netflix, refleja también la evolución de Emily como personaje: más madura, segura y consciente de su lugar en un mundo que ya no solo la ve como escapismo, sino como un fenómeno cultural internacional.